Varias son las razones por las que nuestros amigos y compañeros de piso peludos se hacen pis en casa. Las razones son entre otras: por problemas físicos, por mal aprendizaje o por miedo.

La primera acción que hay que llevar a cabo cuando un perro orina en casa, es un examen físico. Muchos de los perros no pueden aguantar el hacer sus necesidades menores porque tienen un problema físico que se lo impide. Lo más acertado sería llevar al perro a un veterinario y que descarte cualquier enfermedad fisiológica, como por ejemplo, la infección de orina.

Otros muchos perros se hacen sus necesidades en casa porque no ha habido nadie que se lo enseñe correctamente y ha aprendido a hacérselo en un sitio concreto de la casa. Esto se produce porque el perro, en la mayoría de las veces, es enseñado a base de castigos y no se le da la oportunidad a que falle. Muchos de los consejos que se han dado abogan por gritar al perro y decirle un NO fuerte si se le coge in fraganti haciendo sus necesidades. Pues bien esto es un gran error, con miedo no se consigue ningún adelanto.

Todos los métodos de educación basados en el miedo tienden a fracasar y este es un caso más en el que un gran número de perros siendo castigados de este modo, siguen haciendo sus necesidades y no sólo eso, sino que aumentan las veces que orinan. Y esto se convierte en un círculo vicioso que cuantos más castigos aparecen más difícil será eliminar este comportamiento. El perro ya no lo hará delante de sus dueños, lo hará a sus espaldas. Con el consiguiente problema de convivencia que se produce, en el que el perro tiene todas las papeletas de perder si no se soluciona.

Los perros son animales muy limpios, no les gusta vivir entre pis y caca. Por este motivo hay que enseñarles de manera correcta dónde tienen que hacer sus necesidades, olvidándonos del castigo negativo (gritos, golpes, dar golpes con el periódico en el suelo, etc.) Lo más importante es enseñar a nuestros amigos con paciencia y constancia, para darles tiempo a que aprendan que sus necesidades las tienen que hacer fuera de casa.

Y un gran número de perros que se hacen pis en sus casas es por miedo: miedo a la calle, a los coches, a los perros que ladran, a las motos, a las personas, a los carros, a todo en general. Muchas veces las personas no se dan cuenta que su perro no hace las necesidades en la calle porque está atemorizado y no se atreve. Son numerosos los casos de personas que bajan a sus perros están una hora fuera, el perro no hace nada, se suben a su casa y nada más subir se hace pis. Esta situación se produce en muchas de las casas que tienen este problema. Y la razón por la que pasa esto es porque los perros en cuestión tienen mucho miedo y estrés. No se atreven a hacer pis en la calle por la gran inseguridad que sienten fuera de su casa. Para aplacar este problema hay que ir a la raíz y ésta no es otra que tratar ese miedo y ese estrés. Tratando estas dos cosas el perro poco a poco se sentirá más seguro y empezará a hacer las cosas en la calle e irá eliminando los pises en casa. Es un aprendizaje paulatino.

Fuente: Esteban Navas, entrenador canino certificado en Wowdog.